A raíz de una foto accidental, cómo es la que acompaña esta entrada al blog, se me ha ocurrido publicar esta entrada, contando un poco los diferentes matices de un programador CNC.
Es cierto que comento poco o nada en este blog acerca de programación CNC, que es como realmente me gano la vida (el desarrollo web y el diseño gráfico es más un hobby que otra cosa), pero es más por prudencia de mantener secreto profesional para con mi empresa, que por falta de ganas de hablar de ello. Ya que la programación CNC en sí, es una labor llena de matices y, a pesar de lo que muchos creen, también tiene cierto grado de creatividad.
Pero vamos al lío.
La teoría dice que para desarrollar un programa CNC, de mecanizado de chapa metálica, como es nuestro caso, se parte de una geometría, a la que se le aplica una tecnología de mecanizado (definido en función de la máquina en la que se va a trabajar) , para a continuación definir el mecanizado de la pieza. Una vez está hecho esto, se hace el anidado en la chapa incluyendo la pieza o piezas a mecanizar, y se genera el CNC. Para todo este proceso se usa un software de programación. Lo normal es que cada fabricante de punzonadoras, máquinas láser, tornos de control numérico, etc… proporcione el suyo, aunque nosotros usamos LANTEK, que tiene una integración excelente tanto con máquinas como con el ERP de la empresa y mejora la eficiencia y por consiguiente, la calidad característica de todos los productos Basor.
Aparte de lo anterior, que sería el trabajo standard de un programador CNC, como es programar y sacar producción, existe el «otro trabajo». Como por ejemplo, el colaborar con el departamento de I+D, a desarrollar nuevas soluciones para nuestro sector y buscar mejoras en los productos standard que ya existen en el catálogo, realizando pruebas y más pruebas, buscando la excelencia de forma obsesiva de todos y cada uno de los productos de Basor Electric.
Además, igual que los buenos cocineros visitan el mercado buscando los mejores ingredientes, en Basor seleccionamos las mejores herramientas, de diferentes fabricantes, para que el corte de la chapa sea lo más preciso y lo más eficiente posible. Es algo que nos tomamos muy en serio, y no dudamos en exigir al proveedor lo mejor. Un mal corte de una herramienta, o el mal estado de una boquilla láser, puede arruinar el mejor programa CNC, y con ello la producción. No hay nada más caro que una mala herramienta, ya que la calidad de ésta, junto con la calidad de la chapa empleada, determina la calidad final del producto.
Y finalmente, hay que pisar mucho la fábrica. Desde la oficina, no se pueden apreciar pequeños pero fundamentales detalles. Detalles sobre el programa que puedes necesitar retocar (a veces incluso picando código directamente), detalles sobre las herramientas, cuando usar estaciones fijas, cuando usar estación index, si es mejor punzonar y cortar cada dos o tres piezas, o punzonar toda la chapa y cortar después, alternar punzones o no para evitar fatiga de materiales, en fin, cientos de detalles que no se ven en la pantalla de Lantek en la oficina, pero que ves claramente en la fábrica cuando sales a comprobar como va trabajando el programa.
Feliz día y hasta la próxima entrada.