Estimado blog.
Hoy he madrugado un poco más, seis y media. Estoy empezando a dormir mal otra vez. Después de estar toda noche lloviendo, este lunes ha amanecido húmedo y feo. En las noticias de la pandemia del coronavirus dicen que ya hay más de 33000 infectados y más de 2000 fallecidos en España. Mi rutina mañanera, la de todos los días. Estiramientos, ducha y desayuno ligero; café con leche, tostada con aceite y unas pocas galletas. Es importante en estos días comer poco y no hincharse.
En cuanto al vestuario, pantalones chinos con una camisa que estrené no hace mucho, cuando aún éramos felices y que me gusta bastante y un chaleco para completar. Para los que piensen que es una chorrada cambiarse cuando se está confinado, les diré que es mucho más importante que lo que parece. Trabajar en pijama es, aparte de antihigiénico, totalmente improductivo. Cambiar pijama a chándal todos los días, tampoco es bueno. Lo mejor es ponerse una ropa diferente cada día. Si, repito, cada día. Esto hace que la sensación de confinamiento sea menor, y evitamos estar viviendo un día de la marmota constante.
Es lunes, toca trabajar y empezamos con un montón de ganas. Ponemos Spotify en el despacho y suena la lista «Temazos Chill». Rosa lanza la campaña que preparó ayer y se pone con lo suyo, llamadas, e-mails, … . Todo lo necesario para que a sus clientes no les falta de nada.
En la zona Basor se respira un ambiente mucho más técnico, me pongo con unos planos que me solicita mi comañero Toni para las pruebas de un nuevo producto del cual, evidentemente, no puedo dar ningún detalle, pero que va a ser genial como todos los productos Basor.
Nuestras hijas son nuestro gran apoyo. Se encargan de todo mientras su madre y yo teletrabajamos. Alba, la mayor, estudia segundo de enfermería y se ya se ha pegado tres meses y medio de prácticas en la planta de cirugia de un hospital universitario. Ahora lo que le gustaría a ella, es estar en primera línea luchando contra el coronavirus, pero sabe que solo está en segundo y aún le quedan 2 años más para terminar la carrera.
Pero he descubierto una cosa de ella. Desde que ha empezado el confinamiento, se ha echado la casa a la espalda y tira con todo para que su madre y yo podamos teletrabajar tranquilamente. Organiza y reparte las tareas con su hermana, que aún está en el instituto y tiene otro nivel de responsabilidad más propio de su edad. He observado capacidad de trabajo, dotes de liderazgo, valentía y responsabilidad a raudales. Espero que siga así porque aún quedan muchos días de confinamiento, y esta situación tiene mucho desgaste.
A última hora he recibido de amazón una antena wifi que pedí hace varios días, por lo que me quedo sin entrene para montar un aula virtual en otra habitación, con la que Esther podrá tele-estudiar en otra zona de la casa. Ya empiezan también algunas clases online en el instituto.
¿Y tu?
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UnPijamaCalentitoEsMiUniforme
Pues yo cambio el pijama con el que duermo por un pijama más calentito para no tener frío mientras trabajo jeje.
Tendré que poner en práctica lo de vestirme con normalidad y levantarme a la hora de siempre… Aunque había pensado en hacerlo ya más adelante, pero se hace más pesado trabajar en casa, y si eso ayuda…
tonitalavera.com
Jajaja. Cambiar un pijama por otro no vale.